Protección de fachadas
La capa de revestimiento de una fachada, junto a la impermeabilización de la cubierta, es la piel que protege toda la envolvente de un edificio.
Los agentes externos como por ejemplo el polvo, los contaminantes del aire o la lluvia, penetran en las fachadas a través de grietas y fisuras provocando nuevas patologías que afectan a la misma estructura del edificio: corrosión, carbonatación del hormigón, desagregaciones y desprendimientos. También ocasionan humedades, hongos, mohos y eflorescencias que afectan a la misma salubridad de las viviendas.
Más allá del resultado decorativo, la reparación de una fachada debe ser un procedimiento protector en el que las primeras fases de la intervención serán claves para la durabilidad y buen comportamiento del sistema aplicado.
Las fases de este proceso son las siguientes:
- Comenzamos saneando, limpiando los paramentos y eliminando revestimientos mal adheridos. Empleamos para ello chorreado de agua a presión y detergentes antimoho y antiverdín.
- Imprimamos las superficies para garantizar la buena adherencia de la pintura de acabado y protección. Empleamos productos específicos como Sikaguard 552 Aquaprimer.
- Aplicamos al menos dos capas hasta conseguir el espesor recomendado con revestimientos que según el caso incluyen propiedades antimoho y anticarbonatación y que son hidrorepelentes, transpirables y resistentes a la decoloración, tal como son las pinturas de la gama Sika Color.
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