La estructura es el soporte vital de un edificio. Una estructura dañada o insuficiente compromete gravemente la seguridad de las viviendas. La reparación total o parcial de estructuras de hormigón se emplea en los casos en los que han aparecido grietas, fisuras, corrosión o pérdidas importantes de material.

Este método se utiliza cuando el estado de deterioro de la estructura es tan elevado que la mejor solución consiste en trasladar las cargas de las estructuras originales a nuevas estructuras.

Los refuerzos se realizan cuando se pretende mejorar las prestaciones del elemento estructural original o cuando se aprecia un debilitamiento provocado por daños en la estructura.